¡Hola de nuevo!:
Sé que la semana pasada os sorprendí hablando de la reforma "sin obras", totalmente diy de mi baño. Y me encantaría poder enseñaros un poco de lo que he hecho en él hasta ahora, porque ha habido cambios importantes, sin duda, pero se me ha venido el tiempo encima y no he hecho ni fotos siquiera para poder mostraros los avances. Así que retomo el tema de costura al que nos habíamos habituando desde hace unas semanas. Aprovecho en este caso, para publicar la entrada de la que di ya alguna pista la semana pasada. Ésa que tenía guardada en el cajón de los "por si acaso".
No es quizá lo que os apetecía, pero si no esta semana no me hubiera sido posible traer publicación alguna. Y ya que he retomado un poco ese hábito...
Sé que la semana pasada os sorprendí hablando de la reforma "sin obras", totalmente diy de mi baño. Y me encantaría poder enseñaros un poco de lo que he hecho en él hasta ahora, porque ha habido cambios importantes, sin duda, pero se me ha venido el tiempo encima y no he hecho ni fotos siquiera para poder mostraros los avances. Así que retomo el tema de costura al que nos habíamos habituando desde hace unas semanas. Aprovecho en este caso, para publicar la entrada de la que di ya alguna pista la semana pasada. Ésa que tenía guardada en el cajón de los "por si acaso".
No es quizá lo que os apetecía, pero si no esta semana no me hubiera sido posible traer publicación alguna. Y ya que he retomado un poco ese hábito...
Osea que, si os parece, comenzamos con el asunto. Si hay alguien que como yo, se está iniciando en la costura a máquina, seguro que se ha enfrentado a mis mismas dificultades para aprender a coser.
Es cierto que antes de ponerme por primera vez en mi vida ante una máquina, mi mayor miedo era precisamente no saber manejarla, pero de verdad, si ése es también vuestro temor os lo podéis quitar de la cabeza de inmediato.
Es de lo más fácil. No obstante, si no encontráis a nadie que os pueda enseñar a usarla (aunque en las tiendas especializadas, si compráis allí vuestra amiga costuril, suelen impartir cursos gratuitos para enseñar su manejo), os aseguro que con leer las instrucciones que vengan en la caja vais a saber enhebrarla, hacer canilla y coser en menos de lo que dura un suspiro. Y si no, siempre podéis echar un vistacillo a los posts que he ido publicando hasta ahora, donde recopilo los que para mí son los tutoriales más claros sobre ello.
Es de lo más fácil. No obstante, si no encontráis a nadie que os pueda enseñar a usarla (aunque en las tiendas especializadas, si compráis allí vuestra amiga costuril, suelen impartir cursos gratuitos para enseñar su manejo), os aseguro que con leer las instrucciones que vengan en la caja vais a saber enhebrarla, hacer canilla y coser en menos de lo que dura un suspiro. Y si no, siempre podéis echar un vistacillo a los posts que he ido publicando hasta ahora, donde recopilo los que para mí son los tutoriales más claros sobre ello.
Sea como sea, antes de seguir con la mención de los sitios que creo os pueden ayudar en ese sentido, dado que a mí también me han ayudado a ello, me gustaría contaros el porqué de esta serie de post sobre costura a máquina que inicié ya hace unas semanas, aunque algunos ya os los he revelado en ocasiones anteriores. ¿Os apetece conocerlos?
En cierto modo podría decir que, las ganas de aprender a usar una máquina de coser me vinieron al ver los trabajos de Silvia en su blog. Y sobre todo al ser la feliz receptora de un par de esos maravillosos proyectos en forma de regalo: uno de sus corazones perfumados y una preciosa tarjeta (¡A cuál de los dos más bonito!). A eso se unió también el deseo de emular a las scraperas de Europa del este, pues Silvia me remitió a ellas como inspiración. Total que me entraron ganas y pensé que tener una máquina de coser y saber manejarla me sería además de utilidad para otro tipo de proyectos como bolsos, neceseres, mochilas, y para no tener que recurrir a mi madre en caso de tener que coger el bajo de un pantalón o cosas similares, aunque este tipo de labores costuriles, para mí al menos, no tienen el mismo atractivo, la verdad, por prácticas que resulten.
Total que me vine arriba y empecé a mirar máquinas de coser y a fijarme en precios, funciones de unas y otras, diseño... Y por casualidad supe que en el Lid'l cada cierto tiempo suelen traer una máquina de coser. Así que estuve pendiente y cuando ya tenía confirmada fecha, unos días antes se lo dije a mi madre. Como coincidía que en pocos días era mi cumpleaños, me propuso regalármela ella. Acepté a regañadientes, porque no quería que se gastase tanto dinero, pero bueno...
El caso es que me puse con ella de inmediato y muy ilusionada, pero esa energía del comienzo desapareció en cuanto comprobé mi incapacidad para coser recto. Investigué sobre el tema para encontrar diferentes trucos y creo que los acabé probando todos (ya os hablaré de ellos en otra entrada). En algún momento, incluso llegó a consolarme saber que no era la única en el mundo con ese problema, pero fue algo pasajero. ¿Qué pasó? Pues que al final acabé dejando olvidada en un armario a mi querida Singer Tradition 2282. Hasta hace unas semanas, meses ya, desde que comencé a redactar esta entrada.
Y es que viendo un trabajo de Carol del blog Lebílulas de colores, reconocí una de las telas que había usado Silvia para mi tarjeta. Así que cogí esa maravillosa tarjeta de la estantería donde la tengo expuesta, la analicé con detenimiento y probé suerte, intentado hacer algo parecido. Así es como hice hasta cuatro tarjetas cosidas a máquina: la primera con papeles, el resto combinando telas y papel. Por supuesto, a medida que pasaba de una a la siguiente mejoraba los acabados y la técnica, así que recuperé la confianza perdida, pero vamos para llegara al nivel de Silvia se necesita un Máster por lo menos. Podéis ver en este enlace una de esas tarjetas de las que hablo. Además, sin darme cuenta, estaba logrando que la costura quedase más enderezada💪💪💪. Me da que en ese sentido tiene más importancia la práctica que otra cosa.
Ausculté 👀😂😂😂😂 a fondo también, el corazón que Silvia me envió en su día. Y probé a hacer uno, que aunque sin apenas decoración, y bastante rústico, me acabó gustando y me quedé para mí. Aunque en éste yo hube de recurrir a algodón para el relleno (no encontraba guata o similar por ningún sitio), pero sin añadirle tampoco esencia ni hojas secas ni nada similar dentro. Y al día siguiente, con telas recién compradas, me puse a la tarea de hacer otro más, esta vez con relleno de verdad y con hojas de lavanda secas. Paradójicamente éste quedó un poco peor que el primero, porque decidí coserlo del revés, y al darle la vuelta cometí el error de no hacer piquetes en el margen de costura en algunos puntos, con lo cual es un corazón un poco astigmático 😅😅😅😅 (concepto que me acabo de inventar). Y actualmente ese corazón perfuma uno de mis armarios. El tercero que hice, por suerte, me salió mucho mejor, así que fue el que por fin me atreví a enviar a mi amiga Valle como regalo de su cumpleaños, junto a otro detallín. Y me dí cuenta de que ese corazón era lo que pretendía desde el primer momento, cuando comencé a intentar a hacer uno. Resumiendo: si os sale mal a la primera, no os rindáis.
Ausculté 👀😂😂😂😂 a fondo también, el corazón que Silvia me envió en su día. Y probé a hacer uno, que aunque sin apenas decoración, y bastante rústico, me acabó gustando y me quedé para mí. Aunque en éste yo hube de recurrir a algodón para el relleno (no encontraba guata o similar por ningún sitio), pero sin añadirle tampoco esencia ni hojas secas ni nada similar dentro. Y al día siguiente, con telas recién compradas, me puse a la tarea de hacer otro más, esta vez con relleno de verdad y con hojas de lavanda secas. Paradójicamente éste quedó un poco peor que el primero, porque decidí coserlo del revés, y al darle la vuelta cometí el error de no hacer piquetes en el margen de costura en algunos puntos, con lo cual es un corazón un poco astigmático 😅😅😅😅 (concepto que me acabo de inventar). Y actualmente ese corazón perfuma uno de mis armarios. El tercero que hice, por suerte, me salió mucho mejor, así que fue el que por fin me atreví a enviar a mi amiga Valle como regalo de su cumpleaños, junto a otro detallín. Y me dí cuenta de que ese corazón era lo que pretendía desde el primer momento, cuando comencé a intentar a hacer uno. Resumiendo: si os sale mal a la primera, no os rindáis.
De todos modos en mi cabeza seguía rondándome la pregunta de dónde habían comprado esa preciosa tela, tanto Silvia como Carolina. Y como me tenía enamorada consulté a ambas, y Silvia, la más rápida en contestar, me respondió que era de Ikea, así que un día me planté allí y me hice con un arsenal de varias telas (por desgracia no tenían en stock la que tanto me gustaba).
Y hasta ahí el primero de los motivos de que creara en su día esta sección en mi blog, y contaros mi experiencia.
Otro de los detonantes de esta serie de posts, es el propio inconveniente de tener que indagar en la red para encontrar un contenido que de verdad merezca la pena. Así os evito la búsqueda. Habría también un tercer motivo y es el haber comprobado, un tanto apenada, que mujeres como mi madre que han cosido toda su vida no le sacan a la máquina de coser todo el partido posible, por puro desconocimiento. Sorprendentemente he sido yo quién le ha explicado a mi madre para qué sirve cada uno de los prensatelas que suelen venir por defecto con la máquina; y le he hablado de la aguja gemela o doble (de la cual ella nunca había oído hablar), y que por cierto, ha acabado comprando y probando ilusionadísima. Por todo eso, estoy escribiendo estos posts.
Otro de los detonantes de esta serie de posts, es el propio inconveniente de tener que indagar en la red para encontrar un contenido que de verdad merezca la pena. Así os evito la búsqueda. Habría también un tercer motivo y es el haber comprobado, un tanto apenada, que mujeres como mi madre que han cosido toda su vida no le sacan a la máquina de coser todo el partido posible, por puro desconocimiento. Sorprendentemente he sido yo quién le ha explicado a mi madre para qué sirve cada uno de los prensatelas que suelen venir por defecto con la máquina; y le he hablado de la aguja gemela o doble (de la cual ella nunca había oído hablar), y que por cierto, ha acabado comprando y probando ilusionadísima. Por todo eso, estoy escribiendo estos posts.
Y como veis, lo poco o mucho que sé lo he aprendido a base de tutoriales en la red y tras muchas equivocaciones. Y es que, lo he dicho ya muchas veces, pero nunca me canso de repetirlo: equivocándome es como más aprendo, porque siempre me permite mejorar. De todos modos, siempre puede ser de ayuda algún que otro taller, claro. Y ahí llega el verdadero reto. Al menos para mí, por mis turnos laborales. La mayoría de los cursos que me encuentro son presenciales, no permiten flexibilidad horaria y tratan sobre todo de patronaje aplicado a ropa, y a mí no me interesa ese campo.
Por supuesto que encuentro útil saber coger el bajo a un pantalón, hacer ojales, etc, pero ese tipo de conocimientos los puedes lograr fácilmente a nada que busques un poco en la red. Como de hecho así ha sido en mi caso. También saber descifrar un patrón es muy valioso, pero en mi caso, sólo para aplicarlo a la creación de complementos, lo de la ropa no me va tanto. Y es que uno de mis grandes deseos es poder crear bolsos, carteras, billeteros, neceseres y ese tipo de accesorios y complementos para poder venderlos más adelante o para regalar. Así que por eso he descartado la mayoría de cursos o talleres que me he ido encontrando.
Y bueno, ya va siendo hora, después de esta macro charla/monólogo, de que os hable de aquellos sitios que de verdad me han servido para atreverme a dar mis primeras puntadas en pequeños proyectos. Lo bueno es que además están en castellano. Un extra importante. Estoy segura de que los conocéis ya, pero por si acaso os hablo de ellos. Sea como sea, me encantaría que si sabéis de alguno más me lo indiquéis en los comentarios, por favor.
Seguro que hay muchos rincones más, pero para mí es importante que las explicaciones sean comprensibles y que la calidad de la imagen contribuya a ello. Y si el acceso a su contenido es gratuito y en mi idioma mejor aún. Por eso estos tres sitios figuran entre mis grandes favoritos. Además podemos seguirlos tanto en redes sociales, como a través de la newsletter o Youtube. Así que tenemos formato para elegir.
Los coloco en el orden de prioridad que yo les doy, aunque en realidad, tanto Sylvia como Lucía regentarían en mi opinión el primer puesto del ránking.
Los coloco en el orden de prioridad que yo les doy, aunque en realidad, tanto Sylvia como Lucía regentarían en mi opinión el primer puesto del ránking.
- Sylvia de Chita Lou os quitará por completo el miedo a coser con sus tutoriales. Si de verdad queréis aprender y partís de cero, como era mi caso, no deberíais perder de vista su sitio. Sus explicaciones son muy claras, y a mí en particular, su web me parece de las más completas.
- Coser fácil y más. Menudo numerito. Gracias a los tutoriales de Lucía dominaréis el vasto mundo de los prensatelas. Aprenderéis a usarlos con desenvoltura y descubriréis para qué sirve cada uno de esos que venían con vuestra máquina. Seguro que entre ellos estará, como mínimo, uno para ojales, otra para botones y otro para cremalleras. Por supuesto podréis dar vuestros primeros pasos en pequeños proyectos. Es más, mi primer proyecto de costura, un poco "serio" lo hice siguiendo uno de sus múltiples videotutoriales.
- En tercer lugar he de mencionar a Nairam Kitty. Tan conocida como las dos anteriores y con un canal de Youtube también, os podrá ayudar igualmente en vuestros primeros pasos y con proyectos sencillos y otros más complejos. A ella debo mi primer proyecto de costura. Un neceser que adoro, a pesar de sus múltiples fallos. Y con el que puse la primera cremallera en mi vida.
Si os parece os dejo los enlaces para que podáis comprobar por vosotros mismos qué tipo de contenido encontraréis en cada uno de estos lugares.
Por su parte, al menos en lo que a Chita Lou y Nairam Kitty se refiere, tenéis también la oportunidad de adquirir alguno de los libros que han publicado. Aunque para seros sincera, a mí me han desencantado bastante. No creo que un libro sea el mejor método para aprender algo tan práctico como crear un proyecto de costura.
Y bueno, en unos días, quizá os hable de dos cursos de costura online que encuentro muy interesantes y a los que me he inscrito, aunque reconozco que tengo un poco abandonados últimamente por lo del dichoso baño/Escorial (¡Uy! ¿Lo he escrito?), y por otras causas, claro, no toda la culpa va a ser de mi baño.
⭆ EDITO (para ampliar la lista de sitios interesantes/favoritos para aprender a coser):
Y bueno, en unos días, quizá os hable de dos cursos de costura online que encuentro muy interesantes y a los que me he inscrito, aunque reconozco que tengo un poco abandonados últimamente por lo del dichoso baño/Escorial (¡Uy! ¿Lo he escrito?), y por otras causas, claro, no toda la culpa va a ser de mi baño.
⭆ EDITO (para ampliar la lista de sitios interesantes/favoritos para aprender a coser):
- PINAFILI
- LA MAR DE IDEAS DIY (aunque está paralizado desde 2014).
- ENTRE MANOS (canal de Yotubube).
Así que, ¿qué me decís? ¿os atrevéis con la máquina de coser? ¡Venga!
Tu entusiasmo en este sentido es contagioso, Rebeca.
ResponderEliminarTe agradezco mucho estos posts y los enlaces que nos has recomendado.
¡Está claro que la practica lo es todo y que el ejercicio hace al maestro!
Besitos
La verdad es que soy un poco inconstante con las cosas, porque todo me gusta, me inspira o me atrae y quiero abarcarlo tooooooooooodo. Pero sí es cierto que cuando me pongo con una tarea que me apasiona me evado del mundo en todos los sentidos. De verdad que me hace mucha ilusión saber que te están gustando estos posts, Isabel.
EliminarUn besaaaaaaaazo.
Pedazo post, jajajaja, y si lo de ir recto es mas práctica que teoría, jiji.
ResponderEliminarMe voy a dar un buen paseo por esos enlaces que siempre hay cositas que aprender, jeje. Muchas gracias por esta serie sobre la máquina de coser :D
Besote!!!!
Lo siento, Ayla, no pretendía resultaros pesada, pero a veces no puedo evitar que los posts me salgan larguísimos. A ver si en otra ocasión logro algo más escueto. Me alegra mucho saber que, a pesar de ello, te ha gustado.
EliminarUn abrazo.
Eyyyy que no guapa, que no has resultado pesada para nada :D. Lo que a veces somos algo vaguillos leyendo, jajaja. Pero el post está muy ameno
ResponderEliminarBesote!!!!
¡Ufffffff! Me quitas un peso de encima. Es que soy incapaz de escribir sin divagar, con lo concreta y escueta que soy cuando hablo de viva voz...
EliminarUn besaaaaaaaaaaazo.
Holaa Rebe! bueno pues si,algo de miedo hay porque que si el hilo se relía,jajaja, que si la rueda no se sabe si es pa lante y pa tras... Yo al final no consigo sacar el tiempo,y ya en Agosto menos,que aqui en Málaga es muy social,jajaja y además quiero ir descansando algo,pero que como ya te dije algún dia me picará de verdad el gusanillo y desempolvaré la máquina,jajaja.
ResponderEliminarMientras, sigo atenta a todo lo que nos cuentas y a las buenas recomendaciones.
Estás haciendo muy buenos post y siii,vivan los Quijotiles,jajaja
Animo con la reforma también,y muchos besos,crak :)
¡Hola, Yoli!:
EliminarVarios meses más tarde, pero por fin descubro que no había respondido a tu comentario. Te comprendo en lo que dices sobre esos problemas/inquietudes/miedos, porque yo misma los he vivido, por eso comencé en parte con esto posts. Si yo he logrado atravesar esa frontera y sacudirme esas inseguridades de encima logrando proyectos más o menos decentes, todo el mundo puede. ¡Ojalá pronto te atrevas a desempolvar esa máquina que llora en su rincón olvidada y me digas: "Rebe, lo he cosido yo"!
Un besazo, guapa.
Q bueno post♥
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Kinga. Un placer tenerte por mi rincón y que te guste mi contenido.
EliminarUn abrazo.