Teja ángel con decoupage

¡Hola, desvaneros!:

¿Cómo os ha sentado eso de adelantar una hora el reloj? Yo confieso que tardo mucho en asimilarlo: unos diez o quince días mínimo. Y no exagero. La verdad es que no sé cómo me lo monto, pero año tras año, siempre me toca a mí: trabajar el sábado de tarde, y el domingo madrugón. Eso por no hablar del supermadrugón de los tres días posteriores, así que... ¡Uffff! A veces siento como que estuviese viviendo un déjà vu.

Pero bueno, no vengo a hablaros de eso, sino a enseñaros uno de mis últimos proyectos. En realidad forma parte de uno triple: encargo de mi madre. El asunto es que le gustó tanto cómo quedó la mesita de noche que customicé, que ni corta ni perezosa, me dijo que qué me parecería redecorar las tres tejas que estaban en el garaje del pueblo. Y bueno, no sé si a vosotros también os pasa, pero a parte de que a una madre es difícil negarle algo, la mía tiene un modo tan peculiar de solicitar las cosas que te asusta la sola idea de decir que no, por tímida que sea tu respuesta, porque no acepta jamás una negativa. Eso sí, por otra parte, me podían las ganas de complacerla, desde luego, y sobre todo la confianza depositada en mí, porque se veía que no era fingida, por el típico amor de madre je je.
Total, que hace unos fines de semana, mis padres fueron al pueblo para preparar un poco el jardín y el huerto, etc... antes de su escapada en Semana Santa. Y a su regreso mi madre me dijo que las había traído. Estaba claro que no había vuelta atrás ^^. ¡Menudo embolado!

El caso es que lejos de mi intención inicial, resulta que para la decoración, he aplicado "técnicas" distintas en cada una de ellas, con más o menos acierto (aún tengo que decidir si os mostraré la tercera, porque para mí hubiese sido la más bonita, y sin embargo es la que peor ha quedado con diferencia). Y, por cierto, las tejas, aunque a la destinataria le han entusiasmado, no se parecen en nada al estilo de la mesilla que desencadenó todo esto. Y bueno, ahora surge otro dilema: mi madre no quiere ponerlas en el garaje, que era su emplazamiento inicial je je. Señal de que de verdad le han gustado. 

En fin, sea como sea, ha resultado entretenido y estimulante hacerlas. Y hoy os muestro, la que parece haber tenido más éxito entre quienes la han visto, y que en realidad fue la segunda que decoré. Primero os mostraré el aspecto con que estaba cuando las trajo mi madre del pueblo, ¿de acuerdo?

Ella las pintó en su día, dejándose llevar un poco, sin un esquema ni nada. No sabría cómo definirlo, si naif, rústico... En fin, es lo que a ella le gustaba.

Y bueno, ahora voy al lío, y os cuento el proceso al completo:

PASO A PASO:

• Como no tenía claro que el gesso me fuera suficiente para cubrir la superficie total de las tres tejas, pensé en otra alternativa. Y recurrí a la chalk paint marca xylazel tono gris invernal, con que hice la base para la mesilla que tanto gustó a mi madre. Hubo suerte y con una sola  aplicación bastó por uno y otro lado, así como por los costados. 
• Después, para dar colorido a la superficie de la teja, utilicé tanto pintura acrílica como pintura en spray (mis pobres botes de Heidi Swapp están a punto de agotarse). Los dos tonos elegidos, tanto el de acrílico (gris azulado), como el turquesa de la marca de scrap, combinan perfectamente con los tonos que tiene la escena de la servilleta o eso me parece a mí, claro.
• Una vez cubierta toda la superficie frontal y los bordes con esos tonos, y tras su pertinente secado (lo aceleré un poco con la pistola de calor, pero también dejé reposar por varias horas durante la noche), hice el decoupage de la imagen, con un producto específico de la marca DecoArt. De todos modos, ya digo que en próximos intentos, en cuanto se me acabe este bote, recurriré a la consabida cola blanca rebajada con agua. Infinitamente más barata y por lo que he podido ver en diversos tutoriales, con los mismos resultados que un producto destinado para esta técnica.
• A continuación tras unas horas de secado, protegí la zona de la servilleta con el propio producto, pues entre sus funciones está también la de sellado y protección. Y volví a dejar secar.
• Una vez seco, coloqué algunas florecillas, recién llegadas en uno de mis pedidos. Pero no me parecieron suficientes, pues eran demasiado planas, y al final acabé haciendo un nuevo pedido en la misma tienda y perdí la cabeza poniendo más y más flores (las que hubieran quedado perfectas ya estaban formando parte de mi proyecto anterior). Éstas sí, las recién llegadas a mi casa, con más volumen y tamaño. Para pegarlas, por supuesto, recurrí a la pistola de silicona. Yo creo que se ha apoderado de mí el espíritu de la primavera con tanta flor je je.

El decoupage no me ha quedado perfecto en absoluto, pero supongo que será cuestión de practicar una y otra vez la técnica hasta depurarla, para saber cuánta cantidad de adhesivo se precisa, etc. Sea como sea, para llevarlo a cabo, recurrí a la misma imagen de las servilletas que usé en su día en este adorno navideño. ¡Adoro ese angelito! Y bueno, éste es básicamente el paso a paso de mi teja decorada. Espero que os guste y me lo indiquéis en los comentarios. Siempre hace ilusión conocer la opinión de quien está al otro lado.

Bajo estas líneas tenéis la teja en una de sus fases iniciales. Cuando ya la había recubierto con las dos pinturas. No dispongo más que de una imagen de la fase con la pintura a la tiza, y si acaso, os la mostraré en la segunda entrega de esta saga 😊.

Y por supuesto, como estamos dentro de plazo, y le he empezado a coger gusto a esto de participar en el finde frugal de Marcela, me animo a presentar mi proyecto para su convocatoria número 165. Si tenéis ocasión visitad al resto, porque es un deleite ver los proyectos de las participantes, a cuál más bonito. Eso por no hablar de lo que hace Marcela, claro. Su mesa de café os va a dejar sin aliento. No tiene rival en los objetos que crea, os lo aseguro. Destaca en todo lo que se propone. Así que visitadla sin falta. ¿Lo prometéis?

De momento, antes de que me abandonéis para visitarla, aquí os muestro el resultado final de la pintura y la decoración.

En esta primera imagen, de la teja ya decorada, se aprecia en algunos sitios, el tono irisado que le confiere la tinta en spray. Es una pena que sólo se aprecie en esa fotografía.

¡Y pensar que hasta ahora casi no había utilizado flores en mis proyectos, con lo mucho que me han gustado siempre en los trabajos de las scraperas que más admiro...! Tremendo error no haberlo hecho por miedo hasta ahora, ¿verdad? ¿Vosotros qué opináis?, ¿os ha gustado mi teja?, ¿me he pasado con las flores?

Nos vemos. Un besazo.