Actualizar a Windows 10

¡Muy buenas, desvaneros!:

¿Cómo os va? Espero que bien, y confío en que la información que  traigo hoy os sea útil. ¡Pufff! Se nota que tengo prisa, ¿verdad? A eso se le llama ir al grano y lo demás es cuento jeje.

En fin, ya sabéis que escribo desde casa de mis padres y no es cuestión de abusar de su hospitalidad, por mucho que mi madre esté encantada de que le "gorronee" comida jeje.

Bueno, a lo que voy... os cuento que Windows 10 está disponible de forma gratuita hasta junio, para quienes dispongan de licencia en vigor de Windows 7 (era mi caso) o de Windows 8.1. Lo cierto es que la garantía total de que la actualización del software se produzca sin contratiempos es tan sólo para Windows 8.1. No obstante, quise asumir los riesgos, porque mi ordenador llevaba desde mayo demandando al apagarse, más y más actualizaciones que no me reconocía como hechas, y que  tampoco podía anular. Empecé con 46 o algo así, pero en los últimos días eran ya 52. Un bucle desesperante y eterno que no parecía tener final. Eso por no hablar de lo lento que arrancaba, y el excesivo consumo de batería (perdón, se me había olvidado mencionarte que se trata de un portátil). Sea como sea, me arriesgué y ahora lo comparto contigo para que sepas los riesgos que asumes si decides dar el salto. Lo que te cuento, lo hago desde mi experiencia personal, y llevo pocos días usándolo, pero considero que debía informarte.

CONTRAS

• Puede que tengas que desinstalar algún programa con el que ya contabas, porque resulte incompatible con la nueva versión de Windows (suele pasar con algunos antivirus), pero nada alarmante. A mí, al principio me sucedió con Avast, pero luego, tras varios usos, actualicé el antivirus y no me ha vuelto a dar problemas.
• Esto puede ser que no te suceda, pero se da la circunstancia de que al actualizar yo he notado que mi pantalla parpadea del lado derecho: curiosamente sólo me sucede en fondos estáticos blancos. Temo que será de la tarjeta gráfica (quedan descartadas las otras casusas posibles: como los campos electromagnéticos creados por los móviles, por ejemplo, porque he probado alejándolo y el problema persiste), además concretamente el modelo de la tarjeta de mi portátil no es compatible con Windows 10 [Modelo: Nvidia GeForce GT 540M], pero por ahora ese parpadeo no es tan molesto como para no mantenerla. Por otra parte, por lo que he leído no es demasiado complicado cambiarla, aunque hay que desinstalarla previamente desde el submenú de Inicio.
• El tiempo estimado según indicaba en pantalla, durante el proceso de descarga era de unos pocos minutos, pero en mi caso supuso algo más de 1 hora.
• En Windows 10, el explorador Edge, preinstalado por defecto, no admite plugins, y por tanto, no ejecutará Java.

PROS

• Velocidad de arranque supersónica je je (respecto a la que tenía anteriormente).
• Asistente personal integrado: te avisa de citas, eventos, etc...
• Un navegador "de lo mejorcito" preinstalado.
• Accesos directos muy visibles en el menú Inicio.
• Todas las aplicaciones (desde el Menú Inicio) ordenadas alfabéticamente. Algo lógico y práctico que hasta ahora no era así.
• No es una versión Beta, sino una versión completa del software.
• Muy intuitivo.
• Actualizaciones de descarga automática (podría considerarse un contra también, puesto que no permite posponerlas).

Explicado esto, te paso el enlace al sitio oficial de Microsoft para que hagas la descarga, en caso de seguir interesado:

http://www.microsoft.com/es-es/windows/features

ANEXO (Importante):

He comprobado que con otros navegadores distintos al que viene de origen con Windows 10 no tengo ese problema en la pantalla, así que me quedo más tranquila, os lo menciono por si hacéis el cambio y os sucede igual.

En fin, guapuras, me alegra infinitamente estar hoy por aquí con vosotros. Deseo de corazón que todo os vaya bien y que lo que os he contado os haya gustado. A medida que vaya profundizando en el manejo de Windows 10, iré informando de sus virtudes y defectos. La verdad es que, desde que redacté esto, hasta su publicación han transcurrido varias semanas, y he encontrado algún contratiempo más, pero me compensa haber hecho el cambio: Windows 7 no daba más de sí. Y tardar una media mínima de 10 minutos en acceder al escritorio era desesperante. Por no hablar del apagado del ordenador, que muchas veces me obligaba a retirar la batería intencionadamente para interrumpir el paso de corriente eléctrica y no estar durante días enteros (has leído bien) esperando a que se realizasen las actualizaciones.

Un abrazo.