Tarjeta doblemente interactiva para Nathan

¡Hola, desvanero!:

Hoy no te voy a aburrir mucho. Me voy a limitar a una entrada fugaz para enseñarte una tarjetita que regalé al pequeñajo de mi amiga Mónica por su cumpleaños el día 28 de diciembre. Fue la primera vez que me atreví a hacer una shaker, no del modo habitual, si no de la forma simple con el washi, pero sé que eso me ha dado alas para lanzarme con las shaker de verdad que tanto me intimidan... Además, en el interior hice también una spinner card, con lo cual podríamos hablar de una tarjeta interactiva ¿no?

Y sí, tiene fallos, principalmente la spinner (la verdad es que la tarjetilla la hice en un tiempo récord, pero no es excusa), pero prefiero verlo por el lado bueno, y considerar que poco a poco voy evolucionando y aprendiendo cosas. De hecho, estoy en deuda de nuevo con Yoli de Scraping time, pues recordaré siempre que gracias a ella, quité el miedo escénico a las shakers, así que gracias guapi. Me faltan aplicar sus otros truquis-tutos para hacer enmascarar sellos a diestro y siniestro jeje. ¡Qué ganaaaaaaas!

Volviendo al tema... El pequeñajo, en cuestión, Nathan, hacía 3 añitos, y como no sabe leer, y tiene esa lengua de trapo propia de los niños que, tanto nos divierte a los adultos intentado interpretar lo que quieren contarnos, pensé en algo que no tuviese mucho texto (lo justo para que se lo leyesen sus padres), pero en algo muy visual que a él le hiciese gracia y lo considerase un juguete (con reservas, claro). Así que éste es el resultado final (las fotos no son demasiado buenas, la falta de tiempo esos días fue notoria):

 La shaker card en el exterior

La spinner card en el interior.

¿Detectais el fallo de la spinner verdad? La verdad es que a mi "sobri postizo" el osito le chifló y durante unos instantes estuvo jugando con él ensimismado. Yo temí por la integridad del pobre animalillo jeje. La sonrisa de él fue lo mejor de todo, por no hablar de las de sus padres y abuelos, claro. 

Ahora me queda trabajar en una Shaker como Dios manda para Arantza, su hermanita mayor. Sé que se quedó con ganas de una tarjetita para ella, así que aunque haya de enviársela por correo, dado que ellos viven en Madrid y sólo coincidimos en las fechas navideñas, por supuesto que mi sobrinilla  (para mí su madre siempre ha sido como mi hermana, de ahí el sobrenombre. De hecho, a veces he llegado a estar más en su casa que en la mía jeje), también tendrá su tarjeta y os la enseñaré por aquí. 

Y bueno, eso es todo por hoy. Nos vemos en unos días a las 10:30, como siempre, hora peninsular. Un besazo.