Sí, ya lo sé... Os preguntáis porqué decidí llamar un buen día a este sitio: "DIY. Mi desván de artesana". Pues, claramente porque mi intención es mostrar las manualidades que voy haciendo y cuando me vea con más seguridad, hacer algún tutorial. Sé que hasta ahora no habéis tenido ocasión de contemplar demasiadas de mis cosas, salvo tarjetas y un mini. Quiero que eso cambie y comienzo hoy, por fin, enseñandoos lo que he estado haciendo este pasado mes de diciembre, y que no publicaba por no romper la sorpresa, ya que se trataba de varios regalos de Reyes que he hecho a los niños de unos amigos y a su primillo (tres de mis cuatro "sobris" postizos, y a los que malcriaría si pasase más tiempo con ellos jeje).
Estas navidades, en ese sentido, han sido un auténtico descubrimiento para mí, porque me he dedicado a hacer regalitos totalmente personalizados, y elaborados íntegramente a mano, con la satisfacción que eso conlleva, claro, incluso el packaging (algo con lo que siempre he disfrutado desde bien niña). Por ejemplo, permitidme este breve inciso, el regalo de mi madre, parcialmente, se corresponde con alguno de los alfileres que podéis ver en esta entrada. Le cayeron más cosillas, claro, pero no tengo fotografías de todo.
Bueno, y volviendo al tema sobre la lana... Admito que las labores que he hecho no son gran cosa, pero teniendo en cuenta que nunca hasta ahora, en mi vida, había tejido, considero que apruebo con algo más de un "sufi" jeje. ¿Qué opináis? Que ¿por qué hice cuellos a todo el mundo y no gorros, guantes o manoplas?
- Primero, porque esto es más sencillo, y para alguien novato y torpe en estas lides, esas otras tareas pueden terminar en desastre jeje.
- Segundo: por tiempo. Creo que se avanza más con algo de este tipo, porque no se precisa disminuir puntos ni nada similar. Cuando coja soltura me atreveré con todo lo demás. Prometido.
- Tercero: por versatilidad. Los gorros no siempre sientan bien, y no todo el mundo los usa. Es cierto que mis tres destinatarios (al menos de los cuellos que os enseño hoy), son niños, y hubiesen agradecido o rechazado igualmente un gorro, una bufanda o unos guantes, pero no quise arriesgarme, pues hubiese sido más complejo dar con la medida adecuada de sus cabecitas o manitas jeje.
Por si os pica la curiosidad de cómo hacer un cuello como el último que os muestro, os dejo el vídeotutorial de Youtube que me sirvió como referencia. He visto varios, pero para mí es el que mejor lo explica, y eso que es totalmente visual.
Espero que lo intentéis y que me contéis qué tal os ha ido. Mientras tanto, quedaos por aquí, porque hoy tengo otra entrada más, que inicialmente no estaba prevista. Además en ella incorporo un nuevo detallito en forma de imagen. A ver qué os parece el pollito. Espero vuestros comentarios sobre él jeje.
No obstante, si por hoy ya habéis tenido bastante, os recuerdo que os espero en mi desván el próximo miércoles dia 21, a la hora habitual, donde os hablaré del premio que ha recibido este blog el pasado sábado, día 10. Lamentablemente, tenía tantas entradas pendientes de publicar, que hasta esa fecha no he podido hacer hueco para hacer mis propias nominaciones y agradecer a mi "mecenas" que haya pensado en mí para ello. Así que el miércoles me explayaré a gusto. Por otra parte, como me ha gustado mucho, esto de enseñaros qué tipo de manualidades realizo, os garantizo que en muchas de las entradas futuras tendréis ocasión de conocerlas a fondo. Por supuesto, también seguiré organizando nuevos desafíos; siempre que tenga ocasión participaré en retos de otros blogs; hablaremos sobre blogging; organizaré en febrero una fiesta de enlaces, etc... Así que estaos atentos.
Por supuesto, para mí sería un placer que me acompañáseis. Os leo. Un besazo.
Qué curiosa forma de trabajar la lana!! En este caso, tu lema viene de maravilla. Los cuellos te quedaron preciosos. Abrazos
ResponderEliminarPrueba si puedes, Ligia, el punto, obviamente, queda muy abierto, pero la verdad es que cunde mucho, porque en poco tiempo terminas la pieza, y además queda bonito. Espero que si pruebas me lo cuentes. Un besazo.
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